Con nuestros restaurantes cerrados, nos vimos imposibilitados de descorchar para nuestros clientes, por lo cual nuestra primera reacción fue organizarnos y hacer llegar a tu casa esa botella que querías. Pero no de cualquier forma, sino enfocados 100% en el servicio, tanto de los sommeliers que responden cada pregunta, ayudan con el maridaje y acompañan cada pedido.
Si bien en un principio la idea era entregar en Mendoza, nuestra zona natural, pronto nos vimos solicitados por clientes de todo el País.
Con algo más de 600 etiquetas en el portfolio en ese momento, nos embarcamos en la tarea de armar una logística para que todos pudieran disfrutar la selección que Alejandro cura en nuestros restaurantes.